La RAE dice del verbo coordinar:
Y eso es lo que a finales de 2019 The Hero Camp me propuso. Colaborar con ellos como coordinadora del programa que tenían de Product Manager, programa del que fui alumna en su tercera edición en 2018.
Desde el minuto uno dije sí, nada me parecía más bonito que poder mejorar y experimentar con un programa de estudios destinado a formar a futuros profesionales de producto.
Y con esas y de la mano de Antonio me puse manos a la obra. La edición 11 y 12 en presencial serían mi bautismo, y sin más calentamiento, debería hacer la introducción de bienvenida a los alumnos.
Y así fue, pero también sabéis lo que pasó después 🙂
De repente, tras haber pasado dos fin de semana de clases, todo cambió. Como Product Managers siempre deberíamos estar preparados para la incertidumbre y el cambio constante, pero no nos engañemos, cuesta mucho.
Pero aprendimos mucho por el camino…
Como escuela aprendimos que…
- El hilo conductor en un formato remoto a veces se ve afectado. Los momentos de café, los chascarrillos en grupos, la charla del pasillo … Todo eso a lo que no prestas atención tiene una importancia increíble en el entendimiento global del programa.
- En remoto, menos es siempre más. La atención a una pantalla es volátil, ahora el alumno está pero en 3 segundos puedes haberlo perdido. El esfuerzo que un alumno tiene que hacer ante pantalla es mayor que en presencial. Por eso nuestras clases si ya eran muy prácticas en presencial en remoto lo son más.
- Experimentación. Lo llevamos en la sangre, lo enseñamos en la escuela. Experimentar es bueno, siempre. No tener miedo a equivocarnos porque de la equivocación se aprende ¡siempre!
Como coordinadora aprendí…
- A decir no sin sentirme mal por ello pero sabiendo explicar el por qué del no, para que el resto de compañeros puedan entenderme.
- Me alejé de la perfección y aprendí a que las cosas fluyen, quitándome presión innecesaria. Aprendí a navegar en la incertidumbre.
- A gestionar expectativas. ¿Cómo? Escuchando mucho, abriéndome al feedback, valorando otras opiniones y celebrando los éxitos con el equipo.
Como decíamos al inicio, coordinar es generar una armonía en este caso a tres bandas. Por un lado los alumnos que han confiado en ti, por otro los entrenadores que creen en ti y por supuesto la escuela que te permite y da la libertad de hacerlo cada día mejor.
Y lo mejor de todo es que no coordinas sola, vas con arnés. Gracias a David por guiarnos siempre, a Elena y Sergio por sus maneras diferentes de ver las cosas y a Luis mi compañero infatigable de ediciones.
Y por supuesto a los alumnos que siempre confiaron en mí y en la escuela.
¡Ojalá les haya dado la mitad de lo que ellos me han dado a mí durante este último año!